San Juan Eudes ha bebido en su propio pozo. Dueño de una experiencia muy personal con Jesús y Maria, bendecido con muchas gracias, nos deja un mensaje espiritual bien delineado, nos muestra un camino cristiano claramente demarcado, nos da testimonio de una vida entregada totalmente al Espíritu de Dios.

Este hombre marcado por la experiencia de Dios, ha bebido también en las fuentes frescas, profundas y rebosantes de Bérulle y su Escuela, de los Padres y la Escritura, que han dejado una huella transparente en su alma y una sed ardiente de hacer conocer y amar a Jesús.

Para él, la vida cristiana es vivir la Vida de Jesús. Para él, el Espíritu Santo es quien comunica esta Vida de Jesús. No queda sino darnos enteramente a este Espíritu, como cristianos y como sacerdotes, a ejemplo de María, para vivir esa misma experiencia que está a la base de toda santidad, de toda vida espiritual.